El Tenerife, que casi contaba sus partidos por victorias, pues solo había cedido por empate ante el Castro, se proclamó campeón en la última jornada al vencer por cuatro a cero al Laurel, mientras que el segundo puesto se llevó a desempate entre este y el Fomento, ganando los del Cabo por tres a dos. En junio de 1924 jugó por el título de Campeón de Canarias contra el Santa Catalina, con empate sin goles en el primer partido.